UNA CUOTA IMPORTANTE DE INMORTALIDAD
24 de Mayo de 2013
¿Qué actitud tendrías?
Y ve más allá.
¿Qué harías si te dijera que es definitivo?
Es decir, que nunca más habitarás este planeta.
Y capaz que te vendrías nuevamente.
Y te preguntaría:¿A qué?
Y no es que detrás de este supuesto te veas hoy
recogiendo lo que eres y lo que tienes para llevarte lo mejor.
Y quizás valdría que lo hicieras, sobre todo por lo que eres.
Y no me importa que todo cuanto te diga te parezca imposible.
Que ni siquiera lo hayas concebido como una posibilidad.
bañado en un profundo nacionalismo.
Cuando finalmente pareciera
que has encontrado un lugar que te gusta tanto,
y donde al otro lo sientes tan parecido a ti,
lo has aceptado.
Y bien valdría que lo creyeras.
Y me preguntarás, tal vez hasta con cierto enojo:
¿Cómo te atreves a hablarme así, a decirme esto?
¿Desde dónde sientes está mi preparación?
Y es que lo estás.
Vine, si tú quieres, a demostrarte lo que cuesta volver y lo que se debe de pagar.
Y aunque no me entiendas, no es la primera vez que te digo,
ante tu solicitud, que estás existiendo con una cuota importante de Inmortalidad.
Que ya has venido cuantas veces quisiste y que, aún ahora, cuando te cuesta despertar,
estás ante el logro, un ejercicio no solamente importante, sino vital.
Y es que eres vital para el Ser,
para la Conciencia.
Y de no creértelo, de no tomarlo en serio,
mira hoy como estás,
casi como haciendo burla de tu estado del Ser.
Afanado, afanada ¿con quién?
Casi que detenido, detenida,
¿Esperando qué? ¿A quién?
sabes que lo que estoy diciendo,
que lo que podrías estar diciendo,
que lo que estás entendiendo es Verdad.
Y que nada saco,
que nada logro esgrimiéndote esta Verdad.
Pero es que me resultas
tan singularmente amoroso, amorosa.
O tan amorosamente singular…
Y te preguntarás:
¿Crees que tanta generalidad puede ser posible dentro de esta particularidad que somos?
¿En medio de esta pluralidad que el mundo es?
Mi amado, mi amada, ya nada nos puede detener, ni retener.
Ya estamos listos. Y lo que te digo me lo has dicho tú, incluso a Mí.
¿Entonces qué? Y lo que queda es creerrnos nuestra Verdad, desde hoy y para siempre.
Sin siquiera despedirnos. ¿Para qué?
Aunque no lo creeas, aunque no lo veas, aunque no lo sientas, aunque parezca imposible.
Una parte de mi nació aquí, en ti, contigo.
Y ni siquiera me duele que no puedas entender, pero es así.
Nos iremos a donde el Ser es.
Hasta donde el Ser Es.
En el Ser que Es.
Mataji Shaktiananda
0 comentarios