Respira ahí, con toda la serenidad que tu Ser pueda contener.
Trata de integrarte.
Lo mucho o lo poco que hagas estará bien, estará bien para ti.
Como ya se ha dicho, es una noche.
No es una noche más, pero si una noche menos.
Una noche menos para todos.
Y en la medida que la hagas más, estará beneficiándose tu propio Ser.
¿Cómo concebir Dios alguno, no te parece?
¿Cómo instalar en el pensamiento una forma divina?
¿Cómo arrancar lo preconcebido?
Y es por eso que debes esforzarte por saber de ti, partir y terminar ahí.
Como ya se ha dicho: El Hombre busca a Dios y Dios busca al Hombre.
¿Cuánto haces, cuánto has hecho y cuánto harás para ser encontrado?
Deja ya de decir qué tanto buscas.
Resiente por última vez de ese orgullo que te lleva a decir ‘busco algo’,
y los que más dicen ‘busco alguien’.
Considera en ti un afán nuevo: el querer ser encontrado.
Te preguntarás: ¿por quién? ¿Por qué? ¿Quién me busca?
Y alguno dirá ‘¿Quién no sabe de mi?’ con cierta arrogancia.
Y es que hemos supuesto que quien Es sabe de uno, de todos.
Pero han llegado momentos propiciados por nosotros en que nadie sabe nada.
Y son los más los que se han perdido.
Y vuelve la pregunta:
¿Se han perdido de quién o de qué?
Y a respuesta puede parecer una frase común hecha:
Se han perdido de sí mismos.
Y además no quieren ser encontrados.
Es como si se hubiese bloqueado, anulado, reducido.
Piensa bien si eres tú.
Determina si hablo de ti.
Y ante las miles de preguntas, ¿Cómo puedo saber qué tan perdido estoy?
Sólo di: Aquí estoy.
Que sea un grito, un murmullo, un pensamiento cabal, una idea de ti.
Que resuene dentro de ti: Aquí estoy.
Porque, como te he confiado y ahora te digo para que te lo creas de verdad:
El Dios te ha encontrado.
Te has dejado ver.
Has disminuido el temor.
Has tomado una resolución y estás queriendo que tu mente no te detenga y te preguntes una y otra vez:
¿Cuál Dios?
Mira, aunque te suene vulgar lo que te digo: Dios es cualquiera.
Dios es todo.
Y desde el momento mismo en que te puedes proponer, pensar, sentir así,
ya no estás perdido. Ya te has encontrado. Ya estás en él.
Ya sabes quién es.
Y uno no se pierde de quien sabe.
Este día, esta noche, siempre será para tu encuentro mayor,
para que quien Es sepa de tu encuentro y te sepa encontrar.
No divagues más.
Ni dudes tanto.
No temas más.
Establécete en tu Ser.
Confía en la Luz.
Pronuncia la Verdad y crea la Paz.