Habría que blandir los rostros de luz,
los rostros iluminados,
los rostros que marcan el porvenir,
aquellos que sabían decir “Lo soy”.
Aquellos que ya lo saben,
y que no se conforman con un decir
y están incluso más allá de ese sentir, lo son.
Haz un ejercicio: imagínate al mundo en Luz
y el ejercicio te llevará primero hasta ti.
¿Qué te está provocando recrear?,
¿Qué estás queriendo proyectar?
¿Cómo te ves?
Y si eres capaz de sentir en ti la Luz que es,
podrás ver en ti la Luz que hay,
la Luz que existe, la Luz que es.
Y verás así una sola esfera.
Y de tanto imaginarla podrás crearla.
Y cuando creada esté podrás habitarla.
Y cuando habitarla puedas ella te habitará.
Y así podrás saber lo que el Todo es.
Así que empieza a encender lo que tu Ser es.
Quédate por un momento ahí respirando ,
convirtiendo ese aliento en Luz.
Esa es la forma, eso es lo que debes hacer:
transformar todo lo que eres en Luz.