Ya sabemos… y sin querer rozar siquiera el lugar común, o mejor, el «día común» que de ser cualquiera quedó asignado como el de las «madres», nos atrevemos a reconocer que más vale uno que ninguno, en medio de tantos convencionalismos sociales que juegan a desconocer lo que realmente es. Todos los días son de todos, ni uno más ni uno menos. Todos. Sin importar el rol y el papelazo que hemos querido jugar en esta vida, en este presente en el que a muchos se nos dio por ser hijo, madre, padre, abuela y hombres, mujeres… sabiendo bien que hemos sido todo y a la vez nada.
Nada, que es el día de la madre por algunos puntos de este planeta y lo que se puede aprovechar es, una vez más, la batida medio incoherente de estos tiempos existenciales, para expresarle a todo ser que madre se sienta, que sí existe un día en el que mucha gente piensa en eso, celebra e intenta -con logro o sin el- reconocer que aquello de la «madre» es algo grande y hermoso, también vale. Eso. Quizás con menos digo más pero me salió esto. De todas-todas: que vivan las madres!

Om Namaha Shivaya

Mataji Shaktiananda