Se trata de un resumen visual de un día especial. Movernos dentro de nosotros mismos cuando el evento circunstancial ocurre, por celebrar, por creer, por bendecirnos, por ritual, por entrega. El 11 de abril no los dieron así, con una connotación señalada y sacra. Y uno cree, ante tantas desvariaciones y equivocas ilusiones del ser. Un fuego otorgado, por gracia, un elemento que no lleva más fuerza que la incineración de lo que no es. Han sido 14 años ardiendo, en cada espacio que hemos abierto para esos resplandores y hablamos de los externos, pero vale mencionar los internos. Desde allí más todavía, sentir que las llamas abrasan las sensaciones hostiles hacia lo que ya es irreversible: darle continuidad a todo esto que somos, de la forma más pura posible. Atender las certezas que cada acción dada genera y que recibir todo lo que generado se nos da. Bendiciones, de eso se trata todo, puras bendiciones en la luz que se ha creado, por voluntad, propósito y verdad.
Entonces realizamos una jornada total que incluyó un día juntos, de morar juntos, comer juntos, cantar juntos, arder juntos, unirnos más,…
También puedes verlo en https://vimeo.com/124877160

«Al principio Dios creó el cielo y la tierra.
La tierra era algo uniforme y vacío, las tinieblas cubrían el abismo, y el soplo de Dios aleteaba sobre las aguas.
Entonces Dios dijo: «Hágase la luz». Y la luz se hizo.
Dios vio que la luz era buena, y separó la luz de las tinieblas;
y llamó Día a la luz y Noche a las tinieblas. Así hubo una tarde y una mañana: este fue el primer día.»

Om Namaha Shivaya

Mataji Shaktiananda