UNA GRAN ENCOMIENDA
30 de Marzo de 2012
Sabes que lo único que hago es darte recados
y para muchos no sería muy lúcido ser tan solo quien hace los mandados,
pero cuando sabes que cada recado, que cada mandado
es un pronunciamiento de aquel, de aquello, de eso que eres,
¿quién podría negarse?
Y son como dictados, más allá de lo que podrías entender o creer, es un mensaje.
Todo se trata de una gran encomienda
que se basa en una reciprocidad, aunque no lo creas,
aunque a veces ni entiendas lo que te digo.
Estamos tan atribulados que no nos damos cuenta
de todo aquello que está dispuesto ahí
para que en algún momento lo recibamos, de cualquier forma.
Somos un acto, una acción y cada acción nuestra deriva en otra.
Imagínate entonces qué estamos produciendo,
y es cuando debes revisar tus acciones para saberlo.
Dentro de todo, pareciera ser divertido,
pero hemos estropeado un poco nuestros principios de acción
por confusión, demora, mal entendimiento.
Y hemos suprimido un poco también, por tanto temor,
nuestras acciones mayores o mejores.
Y eso se traduce en lo poco atrevidos que somos para amar.
Y cuidado, no te estoy hablando de la superficialidad que conoces como amor.
Es que incluso si no lo conocieras, si no lo entendieras,
no sería mayor problema, sobre todo en estos mundos
donde se le llama, a algo que no es amor, se le llama, digámoslo así.
Esto que te hablo si quieres no lo nombres, hazlo, acciónalo, ejecútalo.
Y no es un misterio, jamás lo fue, es tan solo un principio de observación,
de correspondencia, de responder a la Ley Ejecutante,
al Principio Máximo, al Divino Poder, a la Fuerza, a la Luz,
que no habita más allá, está en ti.
Y lo hemos ido tapiando, callando,
o me vas a decir que no sientes internamente una resonancia, una petición,
eso que te explico son tus propios recados,
los mandados que tendrías que hacer a razón de lo que has hecho antes.
Pero existe quien dice, quien cree que se apodera de sí mismo y dice:
“manda mi deseo, manda mi falsa necesidad, mandan mis complejos”.
Y ahí sí es cuando te dejas mandar por lo que no es, por quien no es.
Así que piensa lo que tengas que pensar y acciona lo que tengas que accionar
y sé dócil, sutil, moldeable a lo que tu propio Ser es y espera de ti.
Atrévete, confía en eso y sé lo que tienes que ser: aquello que Es.
Om Namaha Shivaya
Mataji Shaktiananda
0 comentarios