EMANACIÓN DE LA CONCIENCIA DE JESÚS A TRAVÉS DE SHAKTI MA

¿Cuántas veces me has pedido perdón?
Sobre todo tú, quien alguna vez, quizás tempranamente, hizo en mí comunión.
Hoy debes permitirme pedirte perdón.
Y no creas que me humilla.
Debo hacerlo, ¿o cómo crees que puedo redimir que hayas tenido
que salir corriendo de los templos que me anuncian?
Te he forzado a que me busques en ti, y quizás te confundí.
Entonces te pregunto: ¿No crees que debo pedirte perdón?
Y también: ¿No crees que debes concedérmelo?
En mí no existe ya nada que perdonar. Nunca.
Tan sólo te hicieron creer que por mí ya habías pecado, no siendo así.
¿Qué culpa tenías tú?
¿Cómo se puede nacer con una culpa así, sentir que por ti mataron a otro?
Hoy, cuando sé que desde tu conciencia sabes que ya has llegado a tu Principio de Verdad,
de donde soy, de donde pertenezco, tengo que hablarte así.
Y sería mejor que me creyeras, sería lo más sano.
Y porque ahora es el momento,
ahora te toca creer más en mí.
Porque ahora también creo más en esta formulación de Hombre que eres hoy:
Eliminando sus pecados,
Aliviando toda culpa,
Afianzándote en la Verdad.
Ubícame en tu templo.
Dame razón ahí muy dentro de ti.
Ya no te sientas en confusión.
No obres por temor.
Acércate.
¿Cuántos hombres fui? ¿Cuántos hombres he sido? ¿Cuántos hombres seré?
¡Ni te imaginas!
Estoy aquí, he venido una y otra vez en ti.
Si todavía buscas un credo en particular,
te aconsejo que los encuentres todos,
porque todos son uno.
Si todavía esperas milagros de mí,
mirando alrededor ya están concedidos.
Paremos ya de juzgarnos los unos a los otros.
Hay que tratar de liberar esa tensión que ustedes mismos han creado alrededor del Creado.
No mires lo religioso con rencor.
No sigas alimentando toda esa malicia que tan arbitrariamente fabricaron
para desperdiciar el milagro eterno de la Resurrección en Luz.
Es por eso que te digo que resucito cada día.
Y es lo más maravilloso que existe: Ser en una constante Eterna de la Luz.
Solamente quiero alentarte hacia eso.
Así que una vez más te pido:
Perdóname hoy por haberte confundido.
Espero que hayas escuchado bien.
Habito en tu Reino de Amor como te prometí.
Sólo ahí. Sólo ahí.
Por eso bien sabes que no ostento.
Y todo lo que luzca así no es de mí. No es de mí.
Así que asimílame en lo que sé es tu humildad, tu bondad,
tu aceptación y este perdón que si me lo concedes será eterno.
Cree en mi Amor.
Es lo único que Soy.