TU MENTE ES EL INSTRUMENTO
2 de Marzo de 2012
Mantenemos un seguimiento exacto de lo que somos.
Tan exacto es que nos cuesta darnos cuenta.
Te preguntarás: ¿Por qué?
Es que muchas veces elegimos la inexactitud,
el descontrol, incluso ignorarnos.
Te preguntarás:
¿Cómo puedo ignorarme a mí si sé que soy, si todo siento, si todo veo?
Lo haces, no sabes cuánto.
Hemos logrado dar entrega de sólo una pequeña parte de nosotros.
La otra todavía se mantiene entretenida,
en una forma de evasión que, aunque no lo creas, le llaman vida.
Dirás: ¿Es que acaso la vida no es?
Así no debería.
Volverás a preguntar:
¿Es que acaso debo renunciar a ella?
Así, sí.
Nos hemos estado vaciando, casi que descomponiendo
y también agotando nuestros recursos más sutiles, más divinos, más perfectos.
Es que hemos tratado de experimentar más allá,
mucho más allá, tanto más allá que parecemos perdidos.
Y nos deberíamos preguntar cuándo termina este recorrido,
cuándo es que finalmente realizamos ese Amor, esa Luz, esa Verdad.
¿Qué es? ¿Dónde queda todo eso?
¿O es que acaso no es de nosotros?
Lo es.
Confundimos tanto lo vital que la vida es lo indispensable,
lo necesario y, lo que es más, lo justa que es.
Hemos estado acrecentando todos los temores que nos han hecho creer
que debemos vivir así, ser así, establecernos así, conformarnos.
Y es tiempo, es ya, es ahora, cuando tienes que sentir que te atrapaste,
que estás sujeto, que respondes a un control
y que tu mente es definitivamente el instrumento.
Y que aquello que ves como soledad, angustia,
desencanto, condena, traición, juicio, no es más que producto de tu propio encierro.
La pregunta sería: ¿Dónde, cómo y cuándo te quieres liberar?
Y tiene que ser aquí, ahora, de la forma más perfecta,
atreviéndote a romper, a salir, a encontrarte, a trascender.
Dirás: ¿Por qué lo escucho? Eso ya lo sé.
Y te diré: Ah, ¿si? ¿Entonces qué haces aquí?
Y perdona mi atrevimiento,
pero es que hay que decirlo hasta que te canses de oírlo.
Hasta que te canses
y de ese cansancio surjas absolutamente convencido de lo que eres,
de lo que eres capaz.
No te entretengas más.
Aprende a confiar en ti y ya verás.
Om Namaha Shivaya
Mataji Shaktiananda
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