¿POR QUÉ TANTOS CAMINOS?

 27 de Enero de 2012

Vamos a preguntarnos algo.
Y permíteme hacerlo contigo,
porque independientemente de que se ha decidido, se ha elegido,
se ha dado un pronunciamiento, existen cosas, situaciones,
que no es que no terminen de ser definidas o entendidas,
sino que nunca está de más ahondar.
Y la pregunta sería: ¿Por qué hay tantos caminos?
¿De dónde surgió esa forma de disociarnos, si el Dios es Uno?
¿Por qué hay quien hoy asevera ‘Mi Dios es el que es y el tuyo no’?
¿Por qué han surgido esas distancias, esos rencores,
esas malinterpretaciones, esas imputaciones
y, lo que puede ser peor, tanto disgusto?
¿Por qué existe tanto empeño en situarse aquí o allá?
¿En las apariciones verdaderas o falsas de personas y personajes
que se dicen a sí mismos ‘soy esto, soy aquello, soy él y también aquel’?
Es porque en el fondo todos sabemos que somos parte del Dios.
Y de verdad, mal que bien, hemos querido representarlo.
Y hay quien se lo ha creído más y hay quien se lo ha creído menos,
y hay quien no se lo ha creído y entonces no creen.
Y también está bien. Es su decisión.
¿Por qué generar entonces tanta incomodidad entre nosotros mismos,
tales niveles de arrogancia, de desacierto, de desconfianza y de desamor?
Y es que la humanidad perdió sus propios recursos. Los agotó.
¿Y acaso por eso tenemos que sentirnos, primero, lo que no somos,
segundo, lo que no es, y tercero, lo que no existe?
Y piensa bien, analiza bien, interpreta bien, lo que te digo:
Sigue desquiciándote en tu razón mientras no quieras, no puedas, ni sepas,
manifestarte en lo que Es: sólo Amor.
Y bien sabes que cuando digo “Amor” es tan sólo para que reconozcas,
tras la palabra que existe, la fuerza que hay en la Luz más perfecta
de esa Emanación Consciente que nos creó.
Síguete preguntando: ¿Qué estoy arriesgando al estar aquí?
¿Qué debo sospechar respecto a mí para entender quién soy?
¿Qué debo sentir? Y si de verdad todas esas preguntas te haces,
no sabes quien eres, no crees, no amas al Dios que existe en ti.
Y a veces, sólo a veces, es bueno preguntarse, si se sabe responder.
Y como siempre te digo:
La mejor respuesta que en ti debe existir, es la de saber Ser.

Om Namaha Shivaya

Mataji Shaktiananda